En el HSMAI Marketing Advisory Board, los líderes debatieron cómo los viajeros de hoy buscan más que estancias. Quieren significado, autodescubrimiento y conexión con el entorno. Ya no es un privilegio de los hoteles de lujo. Incluso propiedades económicas están generando valor con pequeñas acciones y compromiso con la comunidad.
Como señaló un miembro del Advisory Board:
“El valor no está solo en ofrecer excelentes estancias… está en ayudar a los huéspedes a verse a sí mismos y ver el mundo de manera diferente.”
1. Colaboración local y alineación operativa
Las alianzas con negocios vecinos transforman la estancia. Hay hoteles que promueven degustaciones en restaurantes cercanos u ofrecen descuentos exclusivos. No es solo experiencia para el huésped, es integración con la cultura local. Sacar al huésped del hotel es una victoria para todos.
Pero atención: las ideas creativas solo se sostienen si existe sinergia entre marketing y operaciones desde el inicio, con estrategias organizadas detrás de cada activación.
2. Divulgación estratégica y medición inteligente
La visibilidad es fundamental. Para ello:
- Active acciones en la etapa de reserva
- Envíe mensajes pre check-in destacando eventos
- Use comunicación dentro de la habitación para reforzar la experiencia
Una experiencia improvisada puede no venderse de antemano, pero genera recuerdo y deseo:
“Los pop ups funcionan incluso cuando el huésped no lo reservó antes. A veces lo ve y lo busca en la próxima visita.”
La medición debe ir más allá del ingreso. Sumérjase en métricas como costo total, tiempo operativo y aprendizajes cualitativos en una sola síntesis. Eso asegura que cada contacto informado inspire la próxima acción.
3. Propósito claro, incluso sin venta directa
No toda acción necesita generar facturación inmediata. Lo que importa es que cada proyecto tenga un propósito bien definido: sea fidelización, diferenciación o storytelling de marca. Como reforzó un miembro:
“Parece que esto se está convirtiendo en algo que más viajeros buscan.”
Hay un movimiento creciente que hoteles independientes y cadenas más ágiles ya están implementando:
- Eventos colaborativos con chefs o productores locales
- Acciones digitales y presenciales que ponen en valor el destino
- Medición simple de las iniciativas como costo, tiempo y retorno cualitativo
Y el resultado se siente: fidelización más auténtica, reputación local más fuerte y hoteles percibidos como parte activa de la comunidad.
En resumen:
- El público no quiere solo dormir en su hotel, quiere conectar. Piense global, actúe local.
- Todo empieza con sinergia interna. Marketing, operaciones y recepción unidos antes de salir al PDV.
- La medición es esencial. Costo, tiempo, aprendizaje. Todo en el radar.
- El protagonismo de marca exige propósito. Cada acción tiene que contar algo: sobre su marca, para su huésped y para su destino.
El verdadero lujo en el futuro de la hospitalidad será la capacidad de provocar un “re-pensar” en el huésped, en sí mismo y en el mundo. Si convierte su operación en escenario para eso, no solo fideliza, sino que construye relevancia duradera.