Las experiencias en vivo siguen demostrando su poder como generadores de demanda turística y hotelera. Más allá del entretenimiento, los conciertos y festivales se han convertido en verdaderos impulsores de ingresos para los hoteles, especialmente cuando las propiedades logran anticiparse a estos picos de demanda.
Los datos de Lighthouse muestran cómo la música y los grandes eventos están moviendo el mercado en distintas ciudades de la región.

🇵🇪 Lima: cuando el rock marca el ritmo del mercado
El caso más destacado del año se vivió en Lima, donde el concierto de Green Day, realizado el 27 de agosto, generó el pico de precios más alto del año. Las tarifas hoteleras fueron 20% superiores al promedio anual, con varios días de “alta” y “muy alta” demanda concentrados en torno al evento.
Este comportamiento revela cómo el turismo de entretenimiento está cobrando relevancia en el mercado peruano: los fans no solo asisten al concierto, también viajan, reservan habitaciones y extienden su estancia. Para los hoteles, esto representa una oportunidad clara de ajustar tarifas, disponibilidad y estrategias de marketing en torno a los eventos culturales y musicales que mueven la ciudad.
🌎 Otros destinos que sintieron el efecto “evento”
El impacto no se limita a Lima. En Bogotá, los conciertos de Shakira y el Freedom Festival impulsaron picos de demanda de hasta +37% sobre el promedio, consolidando a la capital colombiana como un destino de alto movimiento para espectáculos internacionales.
En Buenos Aires, el festival Lollapalooza (marzo) también fue determinante: los datos reflejan un incremento del 28% sobre el promedio de precios, posicionando esas fechas entre las más caras del año.
Estos ejemplos refuerzan un patrón común en la región: los grandes eventos no solo atraen público local, sino también viajeros internacionales, generando un efecto positivo en la ocupación, tarifas y gasto turístico.
🔍 Mirando hacia adelante: Ciudad de México y Santiago
Mientras tanto, los gráficos de Ciudad de México y Santiago de Chile muestran proyecciones interesantes. En México, se esperan varios períodos de alta y muy alta demanda entre noviembre y enero, impulsados por la agenda de conciertos, feriados y temporada navideña.
Santiago, por su parte, registra picos importantes en diciembre y el verano austral, donde la combinación de festividades, turismo interno y eventos al aire libre podría mantener una demanda sólida en los primeros meses de 2026.


Demanda Santiago
Conclusión: la clave para los hoteles está en mirar más allá del calendario tradicional. Detectar las señales de demanda —ya sea un concierto, festival o evento deportivo— permite transformar una simple fecha en una oportunidad de récord.
🎥 Mira el análisis completo en este video de Quick Take by Lighthouse:


